En la séptima etapa de nuestra RUT.A. vamos a dejar atrás la ciudad de Zaragoza para adentrarnos en tierras del Moncayo. Utebo, Alagón, Magallón, Borja, el monasterio de Veruela o Tarazona serán algunos de los puntos que visitemos durante el día de hoy.
¡Empieza una nueva etapa de la RUT.A. Ternasco de Aragón! Hoy nos vamos a adentrar en tierras del Moncayo, ahí donde se fabrica el cierzo. Por supuesto, contamos con vuestra compañía.
La moto está nerviosa tras un día de inactividad, así que arrancamos temprano y ponemos dirección a Utebo para ver la espectacular torre mudéjar de la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción. ¿Os acordáis de que ayer mencionamos a Juan de Lanuza, Justicia de Aragón en tiempos de Felipe II? Pues fue precisamente aquí, en 1591, donde las tropas aragonesas se encontraron con las castellanas que avanzaban hacia Zaragoza. La superioridad numérica de estas últimas provocó la retirada de los aragoneses y favoreció la entrada sin resistencia de los castellanos en la capital.
Panzuelita – Propuesta de bocatería Cuéntame de Utebo para El Concurso del Ternasco de Aragón 2018
Nuestra siguiente parada es Alagón. Aparcamos la moto y paseamos por sus calles descubriendo monumentos como la iglesia mudéjar de San Pedro Apóstol. Por las proximidades del municipio pasa el Canal Imperial de Aragón, una de las mayores obras hidráulicas de Europa. Pues bien, en el punto donde el río Jalón se junta con este se encuentra el Paraje Natural El Caracol, un espacio de gran variedad floral y faunística que os recomendamos visitar. Hemos desayunado fuerte, pero ya sabéis que contamos con un apetito providencial capaz de detectar los lugares donde se cocina buena carne de cordero. Nos han recomendado el Flash Gastro Bar. A ver si tenemos suerte y lo encontramos abierto.
DonetTA – Propuesta de Flash Gastro Bar de Alagón para El Concurso del Ternasco de Aragón 2018
*Encontraréis estas y otras propuestas gastronómicas de la provincia de Zaragoza en la web del Concurso del Ternasco de Aragón 2018.
Un pequeño guiño literario
Mientras buscamos algo para picar, nos acordamos de que estamos a muy poca distancia de un lugar con gran peso en la literatura española, Alcalá de Ebro. A ver, examen: ¿en la segunda parte del Quijote, de qué lugar se hace gobernador Sancho? Exacto, de la ínsula Barataría. Pero, ¿a qué localidad representa esta ínsula? Muy bien, ¡a Alcalá de Ebro! Este hecho se nos recuerda mediante una escultura de un Sancho Panza dubitativo sentado al lado de una placa que reza: “Hoy día, a tantos de tal mes y de tal año, tomó posesión desta ínsula el señor don Sancho Panza, que muchos años la goce”.
Volvemos a la ruta y al cabo de un rato tomamos el desvío hacia la carretera N-122. Atravesamos Magallón, siempre coronada por la iglesia de San Lorenzo, y nos acercamos hasta Borja. Aquí encontramos monumentos como la ex colegiata de Santa María o el ayuntamiento, pero también destacan los restos de su castillo musulmán o sus casi 100 cuevas bodega. Pero si Borja es famosa a nivel internacional es por el intento de restauración que la pintora local Cecilia Giménez hizo en 2012 del Ecce Homo del santuario de la Misericordia, una pequeña pintura que se ha convertido en todo un icono para la cultura pop del siglo XXI. Seguro que sabéis de qué estamos hablando.
Hacia tierras del Moncayo
Tras una pequeña parada para comer, la ruta continúa a través de la carretera N-122, aunque pronto tomamos el desvío hacia Vera de Moncayo para llegar hasta las puertas de uno de los principales atractivos patrimoniales de la zona: el monasterio de Veruela. La fundación de este edificio se remonta al siglo XII, pero es en el XIX cuando su fama comienza a consolidarse gracias a que la alta sociedad zaragozana ve en él un lugar privilegiado de retiro vacacional. Es también durante estos años cuando los hermanos Bécquer pasan aquí largas estancias acrecentando todavía más la notoriedad del monasterio. En la actualidad, este es todo un reclamo turístico donde también se dan lugar propuestas artísticas y musicales.
Casi sin darnos cuenta, nos hemos adentrado en una zona de leyendas negras. A escasa distancia de nosotros se encuentra Trasmoz, un pequeño pueblo coronado por los restos de un castillo que rivalizó constantemente con el monasterio de Veruela. Según la leyenda, dentro de los muros del castillo se celebraban toda clase de aquelarres y actos de brujería que llevaron a que la localidad fuese excomulgada por orden papal en el siglo XIII. Tres siglos después, y teniendo como telón de fondo esta animadversión entre el castillo y el monasterio, el abad de Veruela promulga una maldición contra el pueblo apoyándose en la misma excusa de la práctica brujesca. Dado que ningún papa se ha molestado en echar hacia atrás esta situación, Trasmoz es actualmente el único pueblo excomulgado y maldito de España, cosa que, todo sea dicho, parece importar poco a sus vecinos. Prueba de ello es que todos los años se celebra durante el primer fin de semana de julio una popular feria de la brujería.
Desde aquí es difícil evitar la presencia del Moncayo, nuestro destino de hoy. Este monte de 2.314 metros de altura es el indiscutible techo de Zaragoza y el punto más elevado del Sistema Ibérico. Su terreno es un importante centro de atracción para muchos amantes de la naturaleza por su diversidad de flora y fauna, además de por ser un escenario perfecto para la práctica de deportes como MTB o senderismo. No tenemos tiempo de subir a la cima (¡cómo nos gustaría!), así que nos acercamos hasta el Centro de Interpretación de Agramonte para profundizar un poco en el conocimiento de este fantástico entorno.
La ciudad de Hércules y Tubalcaín
La ruta de hoy toca su fin y solo nos quedan unos pocos kilómetros que recorrer para llegar hasta Tarazona. Según la leyenda, esta ciudad fronteriza entre Aragón, Navarra y Castilla fue fundada por Tubalcaín y refundada por el mismísimo Hércules. Fuese como fuese, lo cierto es que se trata de un destino agradable, atractivo y muy recomendable. Aparcamos la moto y dedicamos lo que queda de día a contemplar las casas colgantes sobre el río Turia y el espectacular perfil de su palacio episcopal, así como a llegar hasta la iglesia de Santa María Magdalena tras recorrer las estrechas calles de su judería.
Dejamos para mañana su principal atractivo monumental. De momento vamos a buscar algún lugar donde disfrutar de alguna propuesta elaborada con carne de cordero. Mañana continuaremos recorriendo Aragón en búsqueda del origen de la garnacha y descubriendo algunos de sus rincones más fascinantes.
¿Os perdísteis la RUT.A. 6 en la ciudad de Zaragoza? No importa, aquí la tenéis: Zaragoza, la capital del Ebro.