La tercera etapa de la RUT.A. Ternasco de Aragón tiene por destino la ciudad de Huesca. Pero eso no es todo, de camino visitaremos otros lugares históricos como Alquézar o el castillo de Montearagón, siempre bajo la atenta mirada de la sierra de Guara.
El amanecer nos ha vuelto a encontrar desayunando, aunque esta vez en Salas Bajas. La verdad es que estamos un poco nerviosos porque la etapa de hoy va a ser especial; un poco más corta en distancia pero intensa en naturaleza, patrimonio y gastronomía. Huesca nos espera, pero antes tenemos varios sitios que visitar. ¿Venís con nosotros?
Arrancamos la moto y, al cabo de unos minutos, tomamos la carretera A-1232 en dirección norte. El perfil de la sierra de Guara se recorta frente a nosotros y nos acompaña ocupando un mayor campo de visión conforme avanzamos hacia nuestro primer destino. Este espacio es uno de los terrenos protegidos de mayor tamaño en Aragón y cuenta con una espectacular orografía de caprichosas formas moldeadas por efecto del aire y el agua que resultan sumamente atractivas para la práctica de senderismo, escalada o barranquismo. Prueba de ello es la celebración anual del Ultra Trail Guara Somontano, una de las competiciones deportivas más exigentes de la zona y que este año tendrá lugar durante los días 5, 6 y 7 de octubre.
Alquézar, uno de los pueblos más bonitos de España
De repente, la característica silueta de uno de los lugares más bellos de la zona aparece ante nosotros. No cabe duda, hemos llegado a Alquézar. Los orígenes de esta localidad se remontan hasta el siglo IX, cuando el caudillo musulmán Jalaf ibn Rasid construye aquí un castillo que servirá de principal punto defensivo frente a los cristianos del norte. Con el tiempo, el lugar es tomado por Sancho Ramírez y, conforme la reconquista avanza hacia el sur, su relevancia militar comienza a pasar a un segundo plano. Alquézar es hoy en día una localidad de gran belleza que conserva intacta la esencia de su pasado medieval y tiene en la colegiata de Santa María su principal atractivo patrimonial. Paseamos por sus calles empedradas y estrechas mientras respiramos el aroma de su historia y nos cruzamos con los primeros madrugadores. No cabe duda de por qué Alquézar es uno de los pueblos más bonitos de España.
Nuestros pasos nos llevan hasta el río Vero, que serpentea entre cañones y barrancos dibujando un escenario perfecto para la práctica del barranquismo. A través de sus famosas pasarelas, decidimos avanzar unos metros hacia el interior de este paisaje de ensueño antes de regresar y retomar nuestra ruta.
Cerca de Alquézar encontramos Radiquero, un pequeño pueblo famoso por sus quesos de cabra y su producción vinícola. La carretera A-1230 nos conducirá hasta Bierge, toda una referencia para los amantes al barranquismo.
Y, como no, haremos una parada en el hotel Hostería de Guara para echarnos algo al estómago a modo de aperitivo. ¡Dicen que tienen una hamburguesa de Ternasco de Aragón para chuparse los dedos!
Hamburguesa de Ternasco de Aragón Peonera – Propuesta del hotel Hostería de Guara para El Concurso del Ternasco de Aragón 2018
A través de la carretera A-1227 dejamos atrás la sierra de Guara y nos dirigimos a Siétamo, conocido entre otras cosas por sus famosas empanadas. Este es un pueblo pequeño y acogedor que ha sido cuna de grandes personalidades como Pedro Pablo Abarca de Bolea, conde de Aranda. ¿Os suena? Creo que tiene una calle en Zaragoza. En Siétamo se encuentra el restaurante G&M, un sitio acogedor y moderno donde la cocina basada en el producto de calidad está garantizada. Nos acercamos hasta él a probar una tapa de ternasco que nos han recomendado.
Ternasco de Aragón asado – Propuesta del restaurante G&M de Siétamo para El Concurso del Ternasco de Aragón 2018
Ya con el estómago más agradecido, nos acercamos a otro lugar que está bastante próximo: el castillo de Montearagón, cuya figura resulta visible desde varios kilómetros de distancia. Durante el siglo XI, fue morada de su constructor, el rey Sancho Ramírez, que desde aquí planificó la toma de Huesca. Paseamos entre los muros que quedan en pie de este monumento nacional y nos sentamos sobre una de sus piedras para contemplar el paisaje de la comarca, que se extiende alrededor del montículo sobre el que se yergue el castillo. Absortos en este entorno de película, nos queda claro por qué este fue un importante centro de operaciones militares durante la reconquista; ¡desde aquí podría verse cada casa de la Wasqa musulmana! El día avanza, así que montamos a lomos de la burra y nos dirigimos a Huesca por la carretera N-240.
En marcha hacia Huesca, la capital oscense
La capital de la provincia es una ciudad pequeña y hospitalaria famosa, entre otras cosas, por ofrecer a sus vecinos una notable calidad de vida. Hoy dormiremos en el hotel ABBA Huesca, pero antes de dejar la moto, vamos a visitar un par de lugares. En primer lugar el cerro de San Jorge, desde donde encontraremos una buena panorámica de la ciudad. Este es el lugar donde se conmemora cada año la leyenda de la aparición de San Jorge en la batalla de Alcoraz. El otro lugar que os comentamos es la muralla de Huesca, construida por los musulmanes en el siglo XI. A pesar de que actualmente solo se conserva el torreón del Amparo, en sus inicios contaba con cerca de 100 torres de vigilancia. ¡Casi nada!
Ahora sí, dejamos la moto aparcada en el hotel y subimos a la habitación para cambiar el uniforme de carretera por otro más acorde al paseo urbano.
Nuestro primer destino a pie dentro de la ciudad es el parque Miguel Servet, donde queremos saludar a las famosas pajaritas de Ramon Acín. ¿Las conocéis? Es una escultura que representa dos pajaritas de papel enfrentadas; todo un símbolo de Huesca. Desde el parque nos dejamos llevar hasta la plaza Navarra, uno de los centros neurálgicos de la ciudad y donde podemos observar el mejor ejemplo de arquitectura modernista local: el Casino de Huesca. Superada la plaza, nos preparamos para participar en una de las grandes costumbres locales; ¡vamos a hacer un coso!
El Coso es una de las principales vías de Huesca y recorrerla de arriba abajo es una de esas cosas que no puedes dejar de hacer cuando caes por aquí. Aprovechamos el paseo para probar alguna especialidad de la Ruta del dulce, una iniciativa creada por varias pastelerías locales. Resulta difícil no coincidir con algún conocido en este punto de la ciudad y los corrillos de gente se hacen habituales.
Tanto pasear nos ha vuelto a abrir el apetito; ¡si es que no paramos de comer! Huesca es famosa por su ambiente de bares y por su buena gastronomía: chiretas, pollo al chilindrón, pastel ruso… son muchas las especialidades que dan fama a la cocina local. La ciudad cuenta con una gran cantidad de restaurantes y bares de tapas de calidad; por lo que nos va a resultar difícil elegir. Además, muchos de ellos tienen Ternasco de Aragón en su oferta permanente.
Mondonguillas T.A. – Propuesta del Café Bar El Punto de Huesca para El Concurso del Ternasco de Aragón 2018
Taco de Ternasco de Aragón – Propuesta de El Origen de Huesca para El Concurso del Ternasco de Aragón 2018
Kafta con salsa de albaricoques – Propuesta del restaurante Mérida de Huesca para El Concurso del Ternasco de Aragón 2018
Cogote de Ternasco de Aragón relleno de boletus con noodles – Propuesta del restaurante Dommo de Huesca para El Concurso del Ternasco de Aragón 2018
*Encontraréis estas y otras propuestas gastronómicas de la provincia de Huesca en la web del Concurso del Ternasco de Aragón 2018.
Antes de cenar, no obstante, queremos dirigirnos a la plaza López Allúe para ver qué tiene La Confianza en su escaparate. ¿Sabíais que esta tienda es el comercio de ultramarinos en activo más antiguo de España? ¡Y sigue en muy buena forma! No hay más que acercarse hasta aquí para comprobarlo.
Ahora sí, aprovechando que estamos en pleno Concurso del Ternasco de Aragón, nos perdemos entre las calles de Huesca en busca de algo para cenar. Tomaremos unas tapas, beberemos un vino del Somontano y nos iremos retirando poco a poco. Mañana nos queda mucho por ver en la ciudad de Huesca y emprenderemos un viaje de película por el Prepirineo. Estamos seguros de que nos acompañaréis, ¿verdad?
Si os habéis quedado con ganas del Somontano y sus vinos, siempre podéis volver a recorrer la RUT.A. 2.